viernes, 18 de marzo de 2011

La Obediencia en la Familia, La Escuela y La Comunidad

En el ambito familiar y Escolar:
Desde que nacen los hijos y hasta los tres años, los padres no dejan de repetirles constantemente: No muerdas, no metas eso en la boca, no toques eso, es hora de ir a dormir, al baño, a comer, etc. Diciendo estas sencillas frases con dulzura, autoridad y sin concesiones, consiguen ir creando el habito de la obediencia que posteriormente se convertirá en virtud. En esas edades, la falta de obediencia suele estar relacionada con los peligros físicos a los que pueden estar expuestos.


Después de los tres y hasta los ocho años las órdenes irán acompañadas de comentarios que las justifiquen, debido a que los hijos ya empiezan a comprender los porqués de las cosas. A partir de los 13 años aproximadamente es cuando la desobediencia puede conllevar problemas mórales.
Es en los primeros años cuando los padres tienen que formar el desarrollo de la obediencia, para que cuando sean mayores, encuentren fácil y natural obedecer a los padres y a sus superiores legítimamente admitidos.

A medida que los hijos van creciendo, la forma de decir las cosas va cambiando pues también los hijos van madurando en su entender y en sus respuestas. Enseguida comienza la edad del “no” en los hijos, pues estos empiezan a exigir explicaciones o a negociar con los padres para poder tomar decisiones antes de obedecerles. Esta situación suele provenir por que los padres no han sabido explicarles bien o convencerles, dentro de su capacidad real de entender lo que tenían que obedecer 

Una de las primeras virtudes que los padres tiene que enseñar a sus hijos desde que son muy pequeños es la de la obediencia, principalmente en relación con los valores que consideren importantes en la vida. Aunque en los primeros años de su vida, los hijos no se dan cuenta de que están obedeciendo, por que todavía no saben distinguir entre lo que es obedecer y lo que es desobedecer. Pero esta virtud la van adquiriendo, junto a las otras virtudes a través del hábito de la repetición.


Así esos hábitos les Irán arraigando las virtudes para que estén a acostumbrados a hacerlos cuando lleguen a la edad del desarrollo de su conocimiento. Los padres tienen que adelantarse en irles creando hábitos como el orden y la responsabilidad para que se conviertan en virtudes. A medida que los hijos van siendo mayores, puede haber una fase de explicaciones o negociaciones en las órdenes emitidas por los padres. Los padres dan a los hijos seguridad, cariño y un sentido de estar a gusto y esta acción motivadora es la que les lleva a cumplir con los deseos de los padres.


El niño puede aprender a ser obediente sabiendo qué es lo que sus padres o profesores quieren


- Conociendo la satisfacción que su obediencia producirá
- Sabiendo el por qué y el valor de cada orden
- Teniendo claras sus obligaciones y deberes
- Con una enseñanza sistemática de todas sus actividades
- Teniendo reglas en casa y en la escuela
- Cuando siente la aprobación de sus padres cuando es obediente
- Con las experiencias de sus padres
- Cuando siente que con la desobediencia no consigue lo que quiere

En el ambito Cívico: Es la que los ciudadanos deben cumplir, siempre que las leyes civiles, mercantiles o de convivencia sean justas.

Obedecer implica, en diverso grado, la subordinación de la voluntad a una autoridad, el acatamiento de una instrucción, el cumplimiento de una demanda o la abstención de algo que prohíbe.

La figura de la autoridad que merece obediencia puede ser, ante todo, una persona o una comunidad, pero también una idea convincente, una doctrina o una ideología y, en grado sumo, la propia conciencia y para los creyentes, Dios.



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